Contigo he aprendido a no hacer trampas como antes, porque yo no jugaba para no perder y tú hacías trampas para no ganar, para que nuestro destino estuviese pegado y no importarnos nada más. Por todo ello, sé que te quiero y que sin ti cada segundo quema.
No me sueltes.
que bonito...tiene mucha razon
ResponderEliminar